Encore Lab participa en un proyecto para el control de la ‘polilla de racimo’ mediante un sistema de gestión inteligente de confusión sexual.
Desarrollará un sistema adaptado a las características de la Denominación de Origen.
En su objetivo de mejorar las prácticas sostenibles en el sector vitivinícola, Encore Lab participa en un nuevo Proyecto de investigación, SIGIS, para desarrollar un sistema de gestión inteligente de confusión sexual para la Lobesia botrana en el viñedo.
La L. botrana, conocida comúnmente como ‘polilla de racimo’, es la plaga más importante del viñedo en España por los graves daños que provoca, especialmente porque contribuye a las infecciones por Botritis. El aumento generalizado de las temperaturas provocado por el cambio climático posibilita la colonización de nuevas zonas, cada vez más altas, donde la plaga tradicionalmente no estaba presente, así como el aumento del número de generaciones en otras donde históricamente la presión de plaga era baja. La proximidad de la última generación a la vendimia habitualmente imposibilita su control con insecticidas.
La forma más extendida para su control es el uso de insecticidas o pesticidas, con las consiguientes consecuencias para el medio ambiente y la seguridad alimentaria. Una alternativa cada vez más extendida para su control es la técnica biotecnológica de confusión sexual, que consiste en la liberación en el ambiente de un análogo sintético de la feromona sexual de los insectos con el objetivo de inhibir, dificultar y/o retrasar los emparejamientos, disminuyendo el potencial reproductivo de la plaga.
El incremento del uso de esta técnica en el viñedo en los últimos años se debe principalmente a su eficacia demostrada y al bajo impacto ambiental del sistema. En España, más del 10% de la superficie de viñedo utiliza ya sistemas de confusión sexual y este porcentaje aumenta hasta el 20% en la DOCa Rioja.
Actualmente están disponibles diferentes productos comerciales basados en difusores de feromonas que se pueden reunir en dos tipologías: difusores pasivos y aerosoles. Los primeros, más comunes, se componen de un sustrato plástico desde el que se libera la feromona de forma constante en función de las temperaturas.
Los segundos son aparatos electrónicos que liberan la feromona contenida en bombonas presurizadas según un programa previamente definido. Ambos sistemas impiden adaptar la cantidad de feromona liberada a las necesidades reales que se presentan en el viñedo ya que no tienen en cuenta factores tan importantes como las variables climáticas, que influyen tanto en el desarrollo de la plaga como del viñedo.
Por ello, el Proyecto SIGIS aprovechará los avances de IoT (internet of things) y de la inteligencia artificial (IA), para desarrollar un nuevo sistema inteligente para el control de la L. botrana adaptado a las características de La Rioja, que permitirá maximizar su eficacia y contribuir a su prevención en un escenario de cambio climático.
El sistema se basa en la actuación combinada de trampas electrónicas, aparatos aerosoles conectados a internet y estaciones meteorológicas. Las trampas detectarán la presencia de los insectos adultos en el campo en tiempo real, delineando la curva de vuelo de cada zona de forma automática y enviando esta información a la nube. Al mismo tiempo, las estaciones meteorológicas y las trampas electrónicas recopilarán información de temperatura y humedad de las zonas de estudio. Esta información se analizará por medio de IA para determinar los patrones de desarrollo de la plaga y determinar un modelo de desarrollo de la misma basado en las capturas de las trampas.
A través de un modelo de curva de vuelo adaptado a cada viñedo, será posible modificar la programación de los aparatos aerosoles de forma remota para modular la emisión de la feromona en función de la actividad de la plaga. Toda esta información es esencial para la construcción de nuevas curvas de vuelo adaptadas a las necesidades específicas de La Rioja, objetivo principal del proyecto.
Para llevarlo a cabo, han aliado distintas empresas, como las tecnológicas Encore Lab y BIOGARD, que desplegarán el trabajo de campo con las dos bodegas que se han sumado al proyecto: Bodegas Bilbaínas y Bodegas Campo Viejo, o Grupo Rioja, encargada de la difusión de resultados. Con una duración de tres años y un presupuesto de 298.000 euros, la iniciativa cuenta con el apoyo de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja y está cofinanciada con fondos FEADER.